BALTASAR IBÁN


Divisa

BALTASAR IBÁN

Propietario

Ganadería Ibán, S.L.

Representante

Dña. Cristina Moratiel Llarena

Señal

Muesca en ambas

Fincas

Cortijo Wellington

Procedencia

D. Baltasar Ibán

Antigüedad

15/08/1957

Antecedentes

Fue formada en 1920 por don Fernando Sánchez Rico con reses oriundas de Contreras. En 1929 la adquirió don Jerónimo Díaz Alonso, que añadió un lote de hembras de Martínez. Sus herederos la vendieron en 1939 a don Manuel González Martín “Machaquito”, que la aumentó con otras reses de Contreras que ya poseía. En 1940 cedió la mitad de la ganadería al Conde de Ruiseñada y en 1957 vendió la totalidad a don Baltasar Ibán Valdés que varió el hierro. En 1976, tras su fallecimiento, se anuncia a nombre de sus herederos. En 1997, tras fallecer el propietario don José Luis Moratiel Ibán, es adquirida por sus herederos formándose la sociedad “Ganadería Ibán, S.L.”, actual propietaria de la ganadería. En 2004 pasa a anunciarse “Baltasar Ibán”.

Encaste

El creador de este encaste de bravo fue Juan Contreras Murillo tras adquirir en 1907 un lote de reproductoras y sementales de la ganadería de Tomasa Escribano, viuda de Joaquín Murube. Estas reses formaban parte de un desecho de la ganadería de Murube, pero la destreza con las que fueron seleccionadas por su nuevo propietario hizo que pronto se comenzase a crear un tipo de toro con unas características particulares tanto morfológicas como de comportamiento durante la lidia. D. Juan Contreras vendió la ganadería a la familia Sánchez Rico y Sánchez de Terrones. Los nuevos ganaderos continuaron con el mismo tipo de selección, lo cual favoreció a que la fama de este tipo de ejemplares aumentase y a que varias ganaderías introdujesen esta sangre en sus vacadas. 

 

El toro de Contreras fue un animal que estuvo de moda entre los años veinte y finales de la década de los sesenta, pero actualmente se ha convertido en un encaste minoritario dentro de la cabaña de bravo. El prototipo del encaste Contreras presenta notables diferencias en cuanto a su tipología. En cuanto a su capa, podemos encontrar ejemplares colorados, castaños, negros e incluso tostados, acompañados de accidentes como bragrado, meano o listón. Su perfil es variable, son animales rectos y subcóncavos, recortados de lámina, bajos de agujas y cerca de tierra. Su cabeza suele ser chata y estrecha de sienes. En cuanto a su cornamenta, suelen ser cornidelanteros, corniapretados o un poco corniabiertos. El cuello tiene una longitud media y el morrillo bastante desarrollado. El troco del animal suele ser corto, con la línea dorso-lumbar un poco ensillada. 

Árbol genealógico